Los nacidos el 10 de agosto proyectan con fuerza su imagen en el mundo que los rodea. A menudo son requeridos por su gran vitalidad y el buen humor que les caracteriza. Son fiables y nada volubles, poseen la capacidad de hacer que todos se sientan bien.

Saben que, para conocerse a sí mismos, necesitan un poco de tiempo para estar solos; esto puede convertirse en una prioridad y sólo en el momento en que se encuentren con ellos mismos podrán realizar proyectos concretos para afrontar de la mejor manera los grandes retos que se les plantean, no siempre es fácil acercarse a estas personas. Les cuesta abrirse a nivel afectivo por eso terminan por depender demasiado de la forma en que son tratados públicamente.

Si no se les aprecia sufren mucho, y la desilusión puede transformarse en cinismo y minar la base de sus esfuerzos. Por tanto, es necesario que aprendan  a depender menos de la aprobación ajena y profundicen en su capacidad para confiar en los demás y dejarles entrar en su vida.

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